fomentar el Emprendimiento con Sharepoint

Una versión más corta de este artículo apareció por primera vez en la revista Educación 3.0 en enero de 2017. Aprovecho para agradecer el interés de los editores de la revista.


Cuando hace unos años en el Grupo Sorolla, al que pertenece La Devesa School de Elche donde trabajo, nos planteamos profundizar aún más en la innovación tecnológica, que es una de nuestras señas de identidad junto a la innovación pedagógica, el aprendizaje cooperativo, el multilingüismo y el aprendizaje en valores, barajamos diversas opciones. Meditamos y discutimos mucho cuál era la solución más conveniente -al fin y al cabo somos una cooperativa- porque queríamos un cambio más profundo que la simple introducción de un equipo por estudiante. Queríamos un cambio metodológico completo que nos acercara a lo que el futuro demanda de nuestros alumnos y alumnas: que fueran capaces de desarrollar habilidades y actitudes tanto como conocimientos; que aprendieran a aprender; y que, en definitiva, cuando tuvieran que volar estuvieran preparados. Y para eso, al final, consideramos que la solución que nos ofrecía Microsoft era la más potente.





                En el ecosistema de Microsoft para Educación existen múltiples herramientas que facilitan el trabajo cooperativo y que permiten hacer cosas que hace unos años eran poco menos que una entelequia: llevar muchos ritmos diferentes en la misma aula gracias a OneNote, para intentar sacar lo mejor de cada estudiante y adaptar la estrategia al tipo de inteligencia que sea predominante en cada caso; darle la vuelta al aula con Office Mix, un complemento de PowerPoint que lo convierte en altamente interactivo y que, además, facilita el trabajo con alumnado que no está presente, si por ejemplo sufre una enfermedad de larga duración; o utilizar Sway para que nuestros pequeños creadores puedan conseguir resultados muy atractivos con un conocimiento previo prácticamente nulo y sin perder tiempo en cuestiones de formato -y cualquier docente que haya trabajado con niños y/o adolescentes mientras diseñan presentaciones sabe que el dichoso formato es un pozo sin fondo de tiempo escasamente productivo-. Todas estas herramientas están pensadas para el trabajo cooperativo, aportando diferentes capacidades que antes no teníamos, y en el centro de toda la estructura está SharePoint, que es como la placa base de todas estas aplicaciones y programas.




Un proyecto cooperativo internacional en SharePoint.

                Hace ya tres años que participo con mis estudiantes de 1º de ESO en un proyecto internacional de Emprendimiento, el Global Enterprise Challenge, organizado por la escuela inglesa Broadclyst Community Primary School, donde equipos de diversos países de 4 continentes cooperan en crear compañías globales que investigan un producto, lo diseñan, promocionan, manufacturan y venden, pasando a una escala microscópica por muchas de las fases por las que pasaría cualquier emprendedor: diseñan un logo y un eslogan que atraiga la atención, deben convencer con una buena presentación y un análisis de costes y beneficios a un banquero de verdad de que les preste 15 € para comprar materias primas, realizan investigaciones de mercado a través de encuestas que diseñan ellos mismos y que después interpretan, hacen prototipos y descubren qué es factible manufacturar y qué no, crean una web que promociona sus productos y un anuncio de televisión, llevan la contabilidad de su negocio… y lo que es más importante, aprenden a trabajar en equipo y a solucionar conflictos, cooperan con compañeros de otros continentes con culturas totalmente dispares (India, Estados Unidos, Australia, Israel, República Dominicana, Alemania, Grecia o Jamaica, por ejemplo), dominan múltiples herramientas digitales y, en definitiva, aprenden haciendo. Al final, donan la mitad de sus beneficios a una ONG y recuperan parte de su esfuerzo a través de una subasta de material escolar y deportivo y libros que ellos mismos eligen. Es un proyecto que les entusiasma y se implican mucho más de lo que lo hacen con asignaturas más tradicionales porque se adueñan de su aprendizaje: llegados a un cierto punto de madurez en el proyecto no es extraño que me paren por el pasillo excitados con ideas que han tenido, avances inesperados o para consultarme sobre una estrategia nueva.

                Este proyecto no sería factible sin una herramienta como SharePoint: allí comparten sus diseños con las sucursales de otros países, lo usan como campus virtual y repositorio de materiales, tienen todas las aplicaciones que necesitan para cooperar -desde Skype Empresarial para debatir estrategias o Yammer para postear ideas o preguntas hasta todo el Office365 para contabilizar, diseñar, presentar o escribir de manera colaborativa-. Sharepoint es, en definitiva, el núcleo que permite que todo tenga lugar, garantizando además la máxima seguridad y privacidad, lo que desde luego es un aspecto clave trabajando con menores, y el acceso a un ecosistema completo de herramientas que después van a necesitar dominar en su vida profesional.

                La sociedad está cambiando a un ritmo cada vez más acelerado, el mercado laboral ya ha empezado un proceso de transformación cuya dirección apenas podemos intuir y nos encontramos en un entorno de cada vez mayor incertidumbre respecto al futuro, pero una de las pocas certezas que tenemos es que ese futuro demanda del sistema educativo un cambio importante, no sólo en los contenidos que se enseñan sino incluso en el foco de lo que pasa en nuestras escuelas y de cómo ocurre el proceso de enseñanza – aprendizaje. Creo que la capacidad de trabajar en equipo, de aprender a aprender durante toda la vida y de desarrollar habilidades que sean a la vez altamente específicas y transferibles a nuevos campos estará en el centro del modelo resultante. Para conseguir desarrollar todo esto, SharePoint es un buen comienzo.            

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